SAN PEDRO SULA
Los pilotos de Honduras, El Salvador y uno de los Estados Unidos hicieron que los espectadores que el domingo pasado se dieron cita al espectáculo aéreo realizado por octava vez en la base área Armando Escalón Espinal no dejaran sus lugares y dirigieran su vista por donde surcaban las aeronaves.
Además, los asistentes se deleitaron con las formaciones hechas por varios helicópteros que eran guiados por pilotos civiles, los saltos de paracaidismo de combate libre, de liberación de rehenes y los vuelos en formación realizados por los pilotos que maniobraban los aviones de combate AT-27 de Honduras.
Los pilotos hondureños condujeron admirablemente los aviones T-27, los F-5E y los A 37-B de combate. Demostraron ser profesionales en la materia.
Igualmente lo hizo el piloto salvadoreño Eduardo Poma, quien demostró su destreza al conducir impecablemente su avión Fouga Magister color negro con las que realizó las acrobacias de Roll con giros de 360 grados, pases bajos a alta velocidad y pases bajos invertidos que en el argot aéreo se conoce con la cabeza hacia abajo.
Después de la intervención del capitán Poma, tomó control del espacio aéreo y de las miradas de la gente el piloto Carlos Dárdano, que condujo impecablemente su aeronave Declathlon.
Dárdano inicio sus cabriolas con la conocida como cabeza de martillo, posteriormente realizó pases bajos invertidos, pronunciados de 90 grados a baja altura, y varios derrapes a poca velocidad y a muy baja altura de la pista. Su participación fue un deleite para los asistentes.
Los niños, adulto y viejos que asistieron al evento se mostraban alegres. Muchas de ellos admiraban algunos cañones, los aviones A37-B, los helicópteros y otras aeronaves que posaban sobre la rampa de cemento de la Base Aérea Armando Escalón.
Otros decidieron realizar un vuelo de 20 minutos que la línea aérea Rollin Airles ofrecía por la módica suma de 300 lempiras. La mayoría de las personas confesaron que era la primera vez que se montaban a un avión.
Después de las acrobacias realizadas por Poma y Dárdano, el piloto Fred Cabañas en su Pitts color amarillo, dio una demostración de altos vuelos que hizo que los asistentes no se movieran de los lugares que habían elegido por el tiempo que duraron las acrobacias. Entre sus cabriolas hizo la conocida como la Hoja Seca. La participación de Cabañas fue espectacular.
La fiesta montada por Susana Prieto y las autoridades de la base aérea de esta ciudad nuevamente fue un éxito y concluyó en horas de la tarde con la participación de los pilotos hondureños que demostraron su profesionalismo y su destreza.
Los pilotos de Honduras, El Salvador y uno de los Estados Unidos hicieron que los espectadores que el domingo pasado se dieron cita al espectáculo aéreo realizado por octava vez en la base área Armando Escalón Espinal no dejaran sus lugares y dirigieran su vista por donde surcaban las aeronaves.
Además, los asistentes se deleitaron con las formaciones hechas por varios helicópteros que eran guiados por pilotos civiles, los saltos de paracaidismo de combate libre, de liberación de rehenes y los vuelos en formación realizados por los pilotos que maniobraban los aviones de combate AT-27 de Honduras.
Los pilotos hondureños condujeron admirablemente los aviones T-27, los F-5E y los A 37-B de combate. Demostraron ser profesionales en la materia.
Igualmente lo hizo el piloto salvadoreño Eduardo Poma, quien demostró su destreza al conducir impecablemente su avión Fouga Magister color negro con las que realizó las acrobacias de Roll con giros de 360 grados, pases bajos a alta velocidad y pases bajos invertidos que en el argot aéreo se conoce con la cabeza hacia abajo.
Después de la intervención del capitán Poma, tomó control del espacio aéreo y de las miradas de la gente el piloto Carlos Dárdano, que condujo impecablemente su aeronave Declathlon.
Dárdano inicio sus cabriolas con la conocida como cabeza de martillo, posteriormente realizó pases bajos invertidos, pronunciados de 90 grados a baja altura, y varios derrapes a poca velocidad y a muy baja altura de la pista. Su participación fue un deleite para los asistentes.
Los niños, adulto y viejos que asistieron al evento se mostraban alegres. Muchas de ellos admiraban algunos cañones, los aviones A37-B, los helicópteros y otras aeronaves que posaban sobre la rampa de cemento de la Base Aérea Armando Escalón.
Otros decidieron realizar un vuelo de 20 minutos que la línea aérea Rollin Airles ofrecía por la módica suma de 300 lempiras. La mayoría de las personas confesaron que era la primera vez que se montaban a un avión.
Después de las acrobacias realizadas por Poma y Dárdano, el piloto Fred Cabañas en su Pitts color amarillo, dio una demostración de altos vuelos que hizo que los asistentes no se movieran de los lugares que habían elegido por el tiempo que duraron las acrobacias. Entre sus cabriolas hizo la conocida como la Hoja Seca. La participación de Cabañas fue espectacular.
La fiesta montada por Susana Prieto y las autoridades de la base aérea de esta ciudad nuevamente fue un éxito y concluyó en horas de la tarde con la participación de los pilotos hondureños que demostraron su profesionalismo y su destreza.
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